Por Mauricio Montero Cascante 
edgar.monterocascante@ucr.ac.cr
Fotografía: Emerson Aragon

Presentación (personal y académica)

¡Hola! Mi nombre es Juan Pablo Araya Solano. Tengo 19 años y estudié en el Liceo Experimental Bilingüe José Figueres Ferrer, en Cartago, donde he vivido la mayor parte de mi vida. Entré a la Universidad en el 2022.

¿Qué carrera estudia dentro de la ELM?

Estudio el bachillerato en Enseñanza del Inglés, que es una de las carreras compartidas de la ELM con la Escuela de Formación Docente de la Facultad de Educación.

¿Cuáles han sido sus mayores logros y desafíos dentro de la ELM?

Salir de mi zona de confort ha sido mi mayor logro dentro de la ELM. Siempre hay áreas que te gustan o llaman la atención menos, especialmente cuando se está aprendiendo un idioma; sin embargo, es importante enfrentarlas y aprender de ellas, y así cumplir con las metas académicas y personales. Asimismo, mi mayor desafío ha sido mantener la organización con los cursos que llevo en la escuela, especialmente cuando llegué a segundo año ya que se lleva una cantidad considerable de cursos.

¿Cuál es, hasta el momento, su mejor recuerdo dentro de la UCR?

Volver a la presencialidad. El primer semestre de mi carrera fue en un 95% virtual, y aunque conocí algunas personas con quienes aún tengo contacto y llevé cursos muy interesantes bajo esa modalidad, cuando volvimos a la presencialidad fue una universidad completamente distinta. En ese semestre, por cierto, conocí a la gran mayoría de quienes son mis amigos y compañeros de carrera más cercanos actualmente.

Si ha participado en algún proyecto/actividad dentro de la UCR (teatro, coro, futbol, danza, etc), indicar cuál le ha gustado más y cuáles han sido las razones.

Estoy participando, en este mismo año, en la revitalización de la Asociación de Estudiantes de la Escuela. La ELM se mantuvo durante algún tiempo sin asociación activa, y este año hemos estado trabajando arduamente en revivir el movimiento estudiantil en la ella y acercar, cada vez más, al estudiantado. Es muy satisfactorio trabajar día a día con las personas estudiantes, recibir sus motivaciones y atenderles en sus necesidades estudiantiles.

¿Cuál sería una recomendación para los estudiantes que inician estudios en la ELM en la UCR?

En realidad les daría dos. Primeramente, organizarse muchísimo, uno pensaría que entrar a estudiar un idioma es más sencillo que estudiar otras carreras o disciplinas, pero en realidad requiere de muchísima organización y horas de práctica, lo cual me lleva a mi segunda recomendación, practicar muchísimo, especialmente la parte oral. Cualquier mínima oportunidad que tenga para estudiar o practicar aprovéchela, eso le va a ayudar a perfeccionar el idioma y le permitirá desenvolverse más, que es vital en el avance de la carrera.

¿Qué beneficios ha traído para usted el formar parte de la UCR y específicamente de la ELM?

Gracias tanto a la universidad como a la escuela, mi formación académica se ha visto nutrida con profesionales de un excelente calibre, cuyos aportes han sido muy valiosos para mejorar. A eso se suma la formación humanística que he recibido en los cursos de servicio, la cual me ha sensibilizado respecto a diferentes índoles y problemáticas de las cuales tenía poco conocimiento antes de entrar a la Universidad.